domingo, 18 de noviembre de 2007

Explorando nuevos horizontes

Como últimamente sopla sur continuamente y además es el viento predominante en invierno, hemos decidido echar un vistazo a la zona del faro de mera a ver que tal está el sitio para volar, porque hay varias laderas con buena pinta.
En esta ocasión, la expedición la formábamos Carlos, Germán, Vanesa (aunque no aparezca en las fotos) y yo; allá nos fuimos todos en amor y compañía (más bien nos podía el mono por echar unos vuelos) a ver que tal estaba esa zona, y si se podría ir más asiduamente mientras no cambia el viento.
Lo primero con lo que nos encontramos es que la "fauna" vegetal predominante es el "toxo" autóctono, con alturas de entre 40 cm y más de 1.5 m, lo que acojona un poco a la hora de tener que rescatar un avión en un aterrizaje poco ortodoxo. Otro handicap son la cantidad de caminitos que hay, que más que caminos parecen laberintos, sobretodo cuando te topas con una zona de toxos bien creciditos a base de colacao y que te llegan a la altura de los ojos.
Después de una prueba en una zona donde no rendía mucho, encontramos otro sitio con menos vegetación y bien orientada al viento donde probar de nuevo, así que decidimos probar suerte y ver si aquello rendía o directamente llamábamos al helicóptero del SAR para que rescatase la zagi de las fauces de neptuno. Aquí las zagis volaron mejor que en el primer sitio, pero en todos los casos, el problema fue el aterrizaje, ya que no podías bajarla en cualquier sitio a causa de las altura de los toxos (como pinchan los puñeteros!!) y dejarla cerca de donde estábamos era tarea complicada a menos que emulases a un camikaze japonés estrellándose contra un portaaviones en el momento en que el cacharro pasaba a nuestro lado. Aun así, volamos los tres un par de veces (la pobre vanesa aun no tiene su zagi acabada y se moría de envidia) y sudamos de lo lindo para aterrizar, sobre todo germán, que en una ocasión se las vio y deseó para recuperar su zagi.
Todo esto nos sirvió para decidir que hay que seguir buscando sitios orientados al Sur, porque al faro de mera solo se puede ir si tienes más mono que el zoo de madrid, que con tanto jodío toxo aquello parece un infierno.

Para terminar, un par de fotos del evento, gentileza de la fotógrafa ocasional Vanesa, y donde se puede ver el pepino (volador) de Germán, que corre (el pepino (de nuevo el volador)) que no veas.





jueves, 8 de noviembre de 2007

La zagifante surca los aires (en compañía)

Por fin he podido probar la zagifante y ya le puedo dar el aprobado.
No servirá para combate pero buena dignamente, aunque es más lenta de lo que esperaba, supongo que por esa pedazo nariz que llega a todos lados 10 minutos antes que el resto del cacharro.

El estreno se hizo en bens, por la tarde, con viento del Este bastante fuerte, que aun así no consigue hacer rendir a esa "ladera" como nos gustaría; pero al menos ha servido para quitarnos el mono y probar las zagis.
Tanto Carlos como yo volvimos satisfechos de los estrenos (Carlos también estrenaba la suya, con el mismo diseño que la mia, pero sin apéndice nasal) y deseando probarla mejor en San Pedro, donde el viento rinde de verdad y se puede disfrutar a gusto, sin rotores ni turbulencias.

Estas son las dos primas-hermanas juntitas el día del estreno:



Y aquí los dos felices pilotos después de la prueba (con el susto ya quitado).

Sufridor 1:



Sufridor 2:



El video lo dejamos para otro día, porque el que grabamos con la cámara de Carlos se ve como el culo y no merece la pena ponerlo.

sábado, 3 de noviembre de 2007

La zagifante se presenta en sociedad

Bueno, pues después de un entrenamiento intensivo (duro duro, como el de los marines) durante la noche del miércoles y el jueves festivo, mi querido cachalote hortera a pasado a ser una orca hortera. He conseguido rebajarle el peso de los más de 800 gr a 630 gr, que aun siendo un peso considerable está dentro de lo razonable. Eso sí, con tanto esfuerzo para reducir peso a la pobre le ha salido una pedazo nariz que asusta, pero que se le va a hacer... si Franco Battiato consiguió triunfar en la música durante los 80 con ese porrón que tenía por napia, mi querida zagi alias de-cachalote-a-orca (como de-niña-a-mujer pero sin tanto glamour) también puede triunfar en los 2000.

Ahora la pobre zagi ha pasado de ser una temible arma de combate aérea a la prima lejana de Antonio Carmona, el de Ketama, y en el aire más que miedo dará risa, pero bueno, mejor eso que acabar en el cubo de la basura u olvidada encima del armario.

El combate habrá que dejarlo para otro diseño al que no le pese tanto el culo y no tenga tanta nariz, pero esta zagi, cuanto más la miro más me gusta (con narizón incluido). Ahora solo falta la prueba de vuelo, que espero que salga bien y no tenga que ir a buscarla al fondo de la ladera con el narizón plantado en el suelo.

Y ahora las fotos de la recién bautizada Zagifante (casi parece un elefante con semejante narizón).